La historia detrás del fanatismo de Herrera por Boca
04/03/2025
El mediocampista español Ander Herrera lleva poco menos de dos meses en Boca Juniors y, a pesar de haber sufrido una lesión que le impidió tener continuidad, siente que está donde siempre quiso estar.

A sus 35 años, el ex Manchester United y PSG considera que vestir la camiseta azul y oro es mucho más que una experiencia futbolística, es el cierre perfecto para su carrera.
"Yo no quería conocer el fútbol argentino, yo quería jugar en Boca y en la Bombonera", aseguró en una entrevista para la revista oficial del club.
Un camino que lo llevó hasta Boca
Herrera destaca que su trayectoria en Europa le permitió darse el gusto de llegar al club de la Ribera.
"En mi carrera en Europa me fue bien y quería darme este regalo. Vivir este club único en el mundo. El que se quiera igualar con Boca va a salir perdiendo porque la pasión de acá es incomparable", afirmó.
El español debutó en el Xeneize a comienzos de 2025, pero una lesión muscular lo dejó al margen por varias semanas.
Aun así, logró disputar cinco partidos, siempre como titular, y demostró su calidad en el mediocampo con orden y precisión en los pases.
"En Boca hay que ganar, no importa otra cosa, hay que asumir esa exigencia, es como cuando juegas en el Manchester United o el Real Madrid: solo vale ganar. La exigencia es muy grande", remarcó.
Su amor por Boca y su primera camiseta "trucha"
El fanatismo de Herrera por Boca viene desde su infancia y está ligado a su familia. "Toda mi vida fui hincha de Zaragoza y de Boca.
Me gustó Boca por mi padre, que miraba mucho fútbol, veía los colores y me parecían muy bonitos", contó.
Además, recordó sus primeros recuerdos con los colores azul y amarillo: "Mi primera camiseta de Boca fue una Olan trucha, pero la oficial más vieja que tengo es una del Kily González, porque a él lo fichó mi padre para Zaragoza y le regaló una que aún tengo en mi casa".

El mediocampista también rememoró los equipos que lo hicieron enamorarse del club: "Los primeros recuerdos son los equipos del portero colombiano Córdoba, Ibarra, Schiavi, Arruabarrena, Battaglia, Román, Ledesma, Palermo, luego Rodrigo Palacio, también Barijho, que era suplente pero ingresaba siempre. A varios me los cruzo ahora en el Predio".
Su pasión por Boca se gestó con los años y se reforzó con los videos de la hinchada que veía por internet. "Uno ve que este club es único. Cualquiera que se compare con Boca va a perder", sentenció.
El desafío de vestir la azul y oro
Herrera sabe que jugar en Boca implica una exigencia constante, pero se siente listo para afrontarla. Con el objetivo de recuperarse físicamente y sumar más minutos en la cancha, el vasco está convencido de que tomó la mejor decisión al llegar al club de la Ribera.
"No quería terminar mi carrera sin jugar en uno de los clubes y uno de los estadios más emblemáticos del mundo. Los futboleros de verdad sienten cierta envidia", expresó.
La Bombonera, la pasión de los hinchas y la historia del club fueron los motivos que lo llevaron a elegir Boca sobre otros destinos. "Respeto mucho al futbolista que va a ganar el último dinero a Arabia Saudita o a Estados Unidos, pero quería vivir esto. Yo quería jugar en Boca", concluyó.
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